EL GORRINO DE SAN ANTÓN EN WALL STREET



de:
Alejandro Tello Peñalva


Atilano era un padre de familia que siempre comía con el telediario, su mujer en cambio no podía verlo mientras comía porque decía que le sentaba mal la comida después de ver aquel catálogo de desgracias a cual más terrible. Atilano siempre le decía que no mirara y ella le replicaba que no podía cerrar los ojos ni mirar para otro lado pues tenía la televisión enfrente. Además estaba el problema del sonido. Ella le decía que era fácil cerrar los ojos o mirar para otro lado pero imposible dejar de oír aquella letanía de desastres, masacres, injusticias, caos, violencia y muerte y toda la ración que a diario y a la misma hora escupía la pantalla a la cara. Ella siempre amenazaba con coger a los hijos, un chico de dieciséis y una chica de catorce, e irse a comer a la cocina y él siempre respondía con un encogimiento de hombros sin apartar la vista de la pantalla como si estuviera hipnotizado por ella.
Un día viendo el telediario, mientras hundía una rebanada de pan en la sartén de las gachas, vio a Emilio Botín hablando ante la junta general de accionistas de su banco. En ese momento le llamó poderosamente la atención la forma en que levantaba la mirada del atril y, mirando sin ver como los ciegos, la elevaba hacía el auditorio y después la volvía a dejar caer sobre los papeles del atril. En ese momento su cerebro sufrió una especie de cortocircuito y con una nitidez increíble se le vino a la memoria la mirada del gorrino de San Antón que vio frente a la puerta de su casa cuando tenía diez años. Es él, dijo soltando de golpe el pan y la navaja con que lo cortaba. Su mujer y sus hijos se le quedaron mirando asustados mientras Atilano señalaba la pantalla con el dedo abriendo mucho la boca sin poder articular palabra. La mujer pensó que se trataba de un infarto. Qué te pasa, le preguntó casi llorando. Y Atilano, con la voz tomada por la emoción, dijo que aquellos ojillos y sobre todo aquella mirada era la misma mirada del gorrino de San Antón que una tarde se acercó a la puerta de su casa donde su madre le vació en el suelo una cacerolilla con mondas de patata, cozcurros de pan y las sobras del mojete del mediodía. La mujer se tranquilizó al ver que su marido recuperaba el resuello y le ofreció un vaso de agua. Atilano apartó el vaso de agua, cogió el porrón, enfiló el chorrillo hacía su boca con la precisión que le caracterizaba y lo mantuvo durante más de medio minuto.
Al terminar de comer, los hijos le preguntaron que qué era eso del gorrino de San Antón y Atilano, limpiándose la boca y la barbilla con el dorso de la mano, les contó que hace ya muchos años existió en el pueblo una tradición que consistía en que alguien donaba un gorrinillo a la parroquia y el cura lo aceptaba como acepta cualquier donación porque los curas, otra cosa no, pero son gente muy agradecida. La tradición mandaba que el animal, una vez convenientemente cebado, sería rifado entre los habitantes del pueblo y los beneficios de la venta de las papeletas serían para la parroquia. Pero había un problema que había que solucionar y es que el gorrino todavía era muy pequeño y aún tenía que crecer y engordar mucho para estar de matanza y poder rifarse. Porque nadie iba a comprar papeletas para un gorrinillo poco mayor que un conejo. Entonces la parroquia, para solucionar este problema soltaba al gorrinejo por las calles del pueblo para que fueran los vecinos quienes lo alimentaran y cebaran convenientemente. El animal merodeaba durante meses por las calles del pueblo parándose en todas las puertas, sobre todo en las puertas donde ya le habían dado algo, a ver si el dueño de la casa se daba por aludido y le echaba de comer. El bicho, que también era muy agradecido, comía de todo, trigo, cebada, bellotas, salvado, castañas, sobras de comida, mondas de cualquier cosa y cualquier cosa que fuera comestible. Casi a diario se le veía al bicho crecer porque eran pocos los vecinos que no se solidarizaban aportando cualquier cosa, aunque fuera un cacho de pan duro. Y cuando, a costa de todos los vecinos, aquel esmirriado gorrinillo se transformaba en un animal gordo, lustroso y hermoso como un sol y sus andares ya excitaban el deseo y hacían salivar a los vecinos, la parroquia lo rifaba en un acto celebrado frente a la iglesia.
Y el afortunado e ilusionado ganador se lo llevaba a casa dando un paseo que recordaba la escena final de “El silencio de los corderos” donde Anibal, el caníbal, Lecter sigue tranquilamente a su víctima por la calle, una víctima a la que nombra “su cena”. El resto de los vecinos, después de tirar al suelo las tiras de números no premiados, volvían a casa tristes pensando que este año no había habido suerte pero quizás el próximo año serían los felices ganadores del premio gordo, nunca mejor dicho.
El padre les preguntó si les había gustado la historia y los hijos asintieron con una sonrisa. El padre, que era un adicto a la siesta, dijo que ya estaba bien de charlas y apagó la colilla del cigarro sobre la corteza de melón, se tumbó en la banca arropándose con una áspera manta de caballería, se echó la gorra sobre la cara y cinco minutos después ya roncaba como un bendito.
Y al poco de quedarse durmiendo empezó a soñar. Y soñó que Botín, que había sido criado entre muchas generaciones de habitantes de este país y de otros países a los que también se había arrimado a ver lo que caía, se había convertido en una especie de cerdo colosal que regía los destinos de los hombres junto a otros gorrinazos mutantes que operaban desde su sede mundial llamada “la gran gorrinera”, situada en Wall Street. Aquellos seres desmesurados dominaban el mundo como lo hicieron los dinosaurios y nada ni nadie escapaba a su temible poder. Todos los gobiernos y poderes de la Tierra y no digamos la gente de a pie doblaban la raspa ante ellos.
Pero en los últimos años fue tal la voracidad, la codicia y la agresividad que mostraban aquellas terribles criaturas que si bien siempre habían estado y estaban revolviéndose entre ellos y mordiéndose para disputarse cualquier tajada, cualquier beneficio, ahora su agresividad, su ambición desmedida había llegado tan lejos que habían provocado una crisis de proporciones planetarias e incalculables consecuencias para el género humano.
Y llegó el desastre, la gran crisis, una crisis que todo el mundo veía venir pero nadie y menos que nadie la inútil, aturdida y amodorrada clase política local y mundial hizo nada para evitar. Tampoco la gente, lo que antes se llamaba el pueblo llano, fue capaz de organizarse y hacer frente al abuso y la injusticia que suponía que aquel puñado de bestias apocalípticas acorazadas de tocino y con la cara más dura que el diamante más duro, fueran los dueños y señores de más del ochenta por ciento de la riqueza del planeta mientras más del ochenta por ciento de la humanidad se tenía que conformar con el escaso veinte por ciento restante. La crisis que ellos habían provocado a conciencia con sus malas prácticas, sus robos, fraudes, usuras, triquiñuelas, engaños y especulaciones de todos los modelos y tamaños íbamos a pagarla nosotros, las víctimas. Pero, si lo pensamos bien, nosotros somos los culpables por haber engordado a esos gorrinos hasta hacerlos tan grandes y poderosos que ahora ya no piden de puerta en puerta la voluntad sino que entran directamente en nuestras vidas, en nuestros salarios, en nuestros ahorros, en nuestros sueños, ilusiones y esperanzas y se los zampan de un bocado. Ya se sabía que los banqueros desproporcionadamente cebados, sin un control de su engorde, un sencillo control veterinario por parte de los poderes públicos, eran un peligro, una amenaza que se cernía sobre todos nosotros. Pero nadie ha hecho nada, nadie les ha puesto coto, nadie ha frenado ese escandaloso crecimiento de un treinta o un cuarenta por ciento de sostenidos beneficios anuales durante décadas.
Los banqueros no sólo no han creado más riqueza que la suya propia sino que han perdido totalmente el respeto a aquellos que les hemos engordado, aquellos que les hemos ayudado cada uno con su pequeña aportación a ser lo que son. Sin ir más lejos, el abajo firmante cumplió recientemente con su condena hipotecaria de veinte años y un día.
Si los banqueros, financieros y gentes de mal vivir y peor delinquir, han llegado a dominar y esclavizar al mundo, a llevarlo a esta crisis sin precedentes, ha sido gracias a nosotros, pobres hormiguitas trabajadoras, ingenuas, torpes, cándidas y crédulas. Nosotros somos tan culpables como ellos o más por haberles dejado hacer y deshacer a su antojo, quizás, en el fondo, seamos unos inocentes que nos hemos dejado deslumbrar por su poder sin darnos cuenta que lo que tenían lo habían conseguido gracias a nosotros. Era nuestro.
En ese momento Atilano despertó sobresaltado y aturdido, abrió los ojos y vio a su mujer que le tenía la mano puesta en el hombro para despertarlo. Ya son las cuatro, le dijo. Atilano se levantó y después de lavarse la cara salió a la calle, se subió al tractor y se fue al bar a tomar un café y una copa de sol y sombra. En el bar se encontró con el director de la sucursal del banco donde cumplía condena por dos préstamos. El director fue a saludarle como hacía siempre y Atilano le dio la espalda.
Al llegar a la viña, Atilano, se dio cuenta que no debía haberle hecho ese desplante, ese desprecio a quién había sido su amigo de siempre. Aquel director de banco sólo era un mandado, una pieza del engranaje de la gran maquinaria diseñada por los grandes banqueros. Esos monstruosos gorrinos de San Antón que Atilano nunca llegaría ver excepto en los telediarios y en los periódicos pero cuyos efectos, su tiranía y despotismo, estaba convencido, padecería siempre.


Alejandro Tello Peñalva.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece correcto, pero lo que ha causado toda esta crisis ha sido por la envidia masiva, la mayor enfermedad del siglo XXI, Los bancos han visto la oportunidad para engordarse los bolsillos, y no han sabido decir basta ya, con dicha sangría, con lleva a la destrucción de empleos, desconfianza en el sector del consumo y el abuso moral de las personas (depresión), parece que no hay fin hasta que llega el fin.
Lo que necesitamos todos es una inyección de tranquilidad, pensar en cosas positivas por ejemplo en el amor y la paz, no es la solución pero ayuda mucho.

Anónimo dijo...

> Vocablo “Crisis 2007-2008”. La historia es la siguiente:
>
> 1. Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros
> internacionales han sido excepcionalmente bajos.
>
> 2. Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más
> pequeño:
> a. Daban préstamos a un bajo interés
> b. Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está
> en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban
> “menos algo”)
> c. Pero, con todo, el Margen de Intermediación (”a” menos “b”) decrecía
>
> 3. A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los Bancos tenían que
> hacer dos cosas:
> a. Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses
> b. Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco
> es más que 100 x poco)
>
> 4. En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:
> a. Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los “ninja” (no income, no job,
> no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin
> propiedades)
> b. Cobrarles más intereses, porque había más riesgo
> c. Aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericano
> d. Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios
> por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con
> el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la
> cantidad dada en préstamo.
> e. A este tipo de hipotecas, les llamaron “hipotecas subprime”
> (i. Se llaman “hipotecas prime” las que tienen poco riesgo de impago. En una
> escala de clasificación entre 300 y 850 puntos, las hipotecas prime están
> valoradas entre 850 puntos las mejores y 620 las menos buenas.
> ii. Se llaman “hipotecas subprime” las que tienen más riesgo de impago y
> están valoradas entre 620 las menos buenas y 300, las malas).
> f. Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente
> podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
> g. Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja
> iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más
> dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho
> reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello,
> seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún
> caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían
> conseguido.
>
> 5. Primer comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro y también
> está claro que cualquier persona con sentido común, aunque no sea un
> especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede
> ser importante.
>
> 6. En cuanto a lo segundo (aumento del número de operaciones):
> Como los Bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el
> dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para que les
> prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el
> dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la Oficina Central de la
> Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en
> Illinois, porque allí hay un Banco al que mi Caja de Ahorros le ha prestado
> mi dinero para que se lo preste a un ninja. Por supuesto, el de Illinois no
> sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero,
> depositado en una entidad seria como es mi Caja de Ahorros, empieza a estar
> en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Director de la Oficina de mi Caja,
> que sabe -y presume- de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo
> sabe el Presidente de la Caja de Ahorros, que sólo sabe que tiene invertida
> una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados
> Unidos.
>
> 7. Segundo comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus
> inconvenientes y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está
> corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se
> dan hipotecas subprime, piensa: “¡Qué locuras hacen estos americanos!”.
>
> 8. Además, resulta que existen las “Normas de Basilea”, que exigen a los
> Bancos de todo el mundo que tengan un Capital mínimo en relación con sus
> Activos. Simplificando mucho, el Balance del Banco de Illinois es:
>
> ACTIVO PASIVO
>
> Dinero en Caja Dinero que le han prestado otros
> Bancos
> Créditos concedidos Capital
> Reservas
>
> TOTAL X millones X millones
>
> Las Normas de Basilea exigen que el Capital de ese Banco no sea inferior a
> un determinado porcentaje del Activo. Entonces, si el Banco está pidiendo
> dinero a otros Bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de Capital
> sobre el Activo de ese Banco baja y no cumple con las citadas Normas de
> Basilea.
>
> 9. Hay que inventar algo nuevo. Y eso nuevo se llama Titulización: el Banco
> de Illinois “empaqueta” las hipotecas -prime y subprime- en paquetes que se
> llaman MBS (Mortgage Backed Securities, o sea, Obligaciones garantizadas por
> hipotecas). O sea, donde antes tenia 1.000 hipotecas “sueltas”, dentro de la
> Cuenta “Créditos concedidos”, ahora tiene 10 paquetes de 100 hipotecas cada
> uno, en los que hay de todo, bueno (prime) y malo (subprime), como en la
> viña del Señor.
>
> 10. El Banco de Illinois va y vende rápidamente esos 10 paquetes:
> a. ¿Dónde va el dinero que obtiene por esos paquetes? Va al Activo, a la
> Cuenta de “Dinero en Caja”, que aumenta, disminuyendo por el mismo importe
> la Cuenta “Créditos concedidos”, con lo cual la proporción Capital/Créditos
> concedidos mejora y el Balance del Banco cumple con las Normas de Basilea.
> b. ¿Quién compra esos paquetes y además los compra rápidamente para que el
> Banco de Illinois “limpie” su Balance de forma inmediata? ¡Muy buena
> pregunta! El Banco de Illinois crea unas entidades filiales, los conduits,
> que no son Sociedades, sino trusts o fondos, y que, por ello no tienen
> obligación de consolidar sus Balances con los del Banco matriz. Es decir, de
> repente aparecen en el mercado dos tipos de entidades:
>
> i. El Banco de Illinois, con la cara limpia
> ii. El Chicago Trust Corporation (o el nombre que le queráis poner), con el
> siguiente Balance:
>
> ACTIVO PASIVO
>
> Los 10 paquetes de hipotecas Capital: lo que ha pagado por esos
> paquetes
>
>
> 11. Tercer comentario: Si cualquier persona que trabaja en la Caja de
> Ahorros de San Quirico, desde el Presidente al Director de la Oficina
> supiera algo de esto, se buscaría rápidamente otro empleo. Mientras tanto,
> todos hablan en Expansión de sus inversiones internacionales, de las que ya
> veis que no tienen la más mínima idea.
>
> 12. ¿Cómo se financian los conduits? En otras palabras, ¿de dónde sacan
> dinero para comprar al Banco de Illinois los paquetes de hipotecas? De
> varios sitios:
> a. Mediante créditos de otros Bancos (Cuarto comentario: La bola sigue
> haciéndose más grande)
> b. Contratando los servicios de Bancos de Inversión que pueden vender esos
> MBS a Fondos de Inversión, Sociedades de Capital Riesgo, Aseguradoras,
> Financieras, Sociedades patrimoniales de una familia, etc. (Quinto
> Comentario: fijaos que el peligro se nos va acercando, no a España, sino a
> nuestra familia, porque igual, animado por el Director de la oficina de San
> Quirico, voy y meto mi dinero en un Fondo de Inversión).
> c. Lo que pasa es que, para ser “financieramente correctos”, los conduits o
> MBS tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que dan
> calificaciones en función de la solvencia. Estas calificaciones dicen: “a
> esta empresa, a este Estado, a esta organización se le puede prestar dinero
> sin riesgo”, o “tengan cuidado con estos otros porque se arriesga usted a
> que no le paguen”.
> d. Incluyo aquí lo que decía el vocablo “Rating” de este Diccionario, para
> que lo tengáis todo en el mismo bloque:
>
> RATING. Calificación crediticia de una Compañía o una Institución, hecha por
> una agencia especializada. En España, la agencia líder en este campo es
> Fitch Ratings.
>
> Los niveles son:
> AAA, el máximo
> AA
> A
> BBB
> BB
> Otros, pero son muy malos
>
> En general:
> Un Banco o Caja grande suele tener un rating de AA
> Un Banco o Caja mediano, un rating de A
>
> e. Las Agencias de rating otorgaban estas calificaciones o les daban otros
> nombres, más sofisticados, pero que, al final, dicen lo mismo. Llamaban:
> Investment grade a los MBS que representaban hipotecas prime, o sea, las de
> menos riesgo (serían las AAA, AA y A)
> Mezzanine, a las intermedias (supongo que las BBB y quizá las BB)
> Equity a las malas, de alto riesgo, o sea, a las subprime, que, en este
> tinglado, son las protagonistas
>
> f. Los Bancos de Inversión colocaban fácilmente las mejores (investment
> grade), a inversores conservadores, y a intereses bajos.
> g. Otros gestores de Fondos, Sociedades de Capital Riesgo, etc, más
> agresivos pretendían obtener, a toda costa, rentabilidades más altas, entre
> otras razones porque esos señores cobran el bonus de final de año en función
> de la rentabilidad obtenida.
> h. Problema: ¿Cómo vender MBS de los malos a estos últimos gestores sin que
> se note excesivamente que están incurriendo en riesgos excesivos?
> i. Sexto comentario: La cosa se complica y, por supuesto, los de la Caja de
> Ahorros de San Quirico siguen haciendo declaraciones en Expansión felices y
> contentos, hablando de la buena marcha de la economía y de la Obra Social
> que están haciendo.
> j. Algunos Bancos de Inversión lograron de las Agencias de Rating una
> recalificación (un re-rating, palabro que no existe, pero que sirve para
> entendernos)
> k. El re-rating es un invento para subir el rating de los MBS malos, que
> consiste en:
>
> i. Estructurarlos en tramos, a los que les llaman tranches, ordenando, de
> mayor a menor, la probabilidad de un impago, y con el compromiso de
> priorizar el pago a los menos malos. Es decir:
> 1. Yo compro un paquete de MBS, en el que me dicen que los tres primeros MBS
> son relativamente buenos, los tres segundos, muy regulares y los tres
> terceros, francamente malos. Esto quiere decir que he estructurado el
> paquete de MBS en tres tranches: el relativamente bueno, el muy regular y el
> muy malo.
> 2. Me comprometo a que si no paga nadie del tranche muy malo (o como dicen
> estos señores, si en el tramo malo incurro en default), pero cobro algo del
> tranche muy regular y bastante del relativamente bueno, todo irá a pagar las
> hipotecas del tranche relativamente bueno, con lo que, automáticamente, este
> tranche podrá ser calificado de AAA.
> 3. (Séptimo comentario: En los “Comentarios de Coyuntura Económica del IESE”,
> de Enero 2008, de los que he sacado la mayor parte de lo que os estoy
> diciendo, le llaman a esto “magia financiera”)
> ii. Para acabar de liar a los de San Quirico, estos MBS ordenados en
> tranches fueron rebautizados como CDO (Collateralized Debt Obligations,
> Obligaciones de Deuda Colateralizada), como se les podía haber dado otro
> nombre exótico.
> iii. No contentos con lo anterior, los magos financieros crearon otro
> producto importante: los CDS (Credit Default Swaps) En este caso, el
> adquirente, el que compraba los CDO, asumía un riesgo de impago por los CDO
> que compraba, cobrando más intereses. O sea, compraba el CDO y decía: “si
> falla, pierdo el dinero. Si no falla, cobro más intereses.”
> iv. Siguiendo con los inventos, se creó otro instrumento, el Synthetic CDO,
> que no he conseguido entender, pero que daba una rentabilidad
> sorprendentemente elevada.
> v. Más aún: los que compraban los Synthetic CDO podían comprarlos mediante
> créditos bancarios muy baratos. El diferencial entre estos intereses muy
> baratos y los altos rendimientos del Synthetic hacía extraordinariamente
> rentable la operación.
>
> 13. Al llegar aquí y confiando en que no os hayáis perdido demasiado, quiero
> recordar una cosa que es posible que se os haya olvidado, dada la
> complejidad de las operaciones descritas: que todo está basado en que los
> ninjas pagarán sus hipotecas y que el mercado inmobiliario norteamericano
> seguirá subiendo.
>
> 14. PERO:
> a. A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se
> desplomaron.
> b. Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa
> más de lo que ahora valía y decidieron no seguir pagando sus hipotecas (o no
> pudieron).
> c. Automáticamente, nadie quiso comprar MBS, CDO, CDS, Synthetic CDO y los
> que ya los tenían no pudieron venderlos.
> d. Todo el montaje se fue hundiendo y, un día, el Director de la Oficina de
> San Quirico llamó a un vecino para decirle que bueno, que aquel dinero se
> había esfumado o, en el mejor de los casos, había perdido un 60% de su
> valor.
> e. Octavo comentario: Vete ahora a explicar al vecino de San Quirico lo de
> los ninjas, el Bank de Illinois y el Chicago Trust Corporation. No se le
> puede explicar por varias razones: la más importante, porque nadie sabe
> dónde está ese dinero. Y al decir nadie, quiero decir NADIE.
> f. Pero las cosas van más allá. Porque nadie –ni ellos- sabe la porquería
> que tienen los Bancos en los paquetes de hipotecas que compraron, y como
> nadie lo sabe, los Bancos empiezan a no fiarse unos de otros.
> g. Como no se fían, cuando necesitan dinero y van al MERCADO INTERBANCARIO,
> que es donde los Bancos se prestan dinero unos a otros, o no se lo prestan o
> se lo prestan caro. El interés a que se prestan dinero los Bancos en el
> Interbancario es el Euribor (Europe Interbank Offered Rate, o sea, Tasa de
> Interés ofrecida en el mercado interbancario en Europa), tasa que ha ido
> subiendo (ahora está empezando a bajar.)
> h. Por tanto, los Bancos ahora no tienen dinero. Consecuencias:
>
> i. No dan créditos
> ii. No dan hipotecas, con lo que los Astroc, Renta Corporación, Colonial,
> etc., lo empiezan a pasar mal, MUY MAL. Y los accionistas que compraron
> acciones de esas empresas, ven que las cotizaciones de esas Sociedades van
> cayendo vertiginosamente.
> iii. El Euribor a 12 meses, que es el índice de referencia de las hipotecas,
> ha ido subiendo, lo que hace que el español medio, que tiene su hipoteca,
> empieza a sudar para pagar las cuotas mensuales. (Ahora ha empezado a bajar)
> iv. Como los Bancos no tienen dinero,
> 1. Venden sus participaciones en empresas
> 2. Venden sus edificios
> 3. Hacen campañas para que metamos dinero, ofreciéndonos mejores condiciones
> v. Como la gente empieza a sentirse apretada por el pago de la hipoteca, va
> menos al Corte Inglés.
> vi. Como el Corte Inglés lo nota, compra menos al fabricante de calcetines
> de Mataró, que tampoco sabía que existían los ninja.
> vii. El fabricante de calcetines piensa que, como vende menos calcetines, le
> empieza a sobrar personal y despide a unos cuantos.
> viii. Y esto se refleja en el índice de paro, fundamentalmente en Mataró,
> donde la gente empieza a comprar menos en las tiendas.
>
> 15. Esto es un Diccionario de vocablos. Lo que pasa es que el vocablo
> “Crisis 2007-2008″ es muy serio. El título puede inducir a error, pensando
> que la crisis se va a acabar en 2008. Ahora viene otra pregunta: “¿Hasta
> cuándo va a durar esto?”.
>
> 16. Pues muy buena pregunta, también muy difícil de contestar, por varias
> razones:
> a. Porque se sigue sin conocer la dimensión del problema (las cifras varían
> de 100.000 a 500.000 millones de dólares)
> b. Porque no se sabe quiénes son los afectados. No se sabe si mi Banco, el
> de toda la vida, Banco serio y con tradición en la zona, tiene mucha
> porquería en el Activo. Lo malo es que mi Banco tampoco lo sabe.
> c. Cuando, en América, las hipotecas no pagadas por los ninja se vayan
> ejecutando, o sea, los Bancos puedan vender las casas hipotecadas por el
> precio que sea, algo valdrán los MBS, CDO, CDS y hasta los Synthetic.
> d. Mientras tanto, nadie se fía de nadie.
>
> 17. Noveno comentario:
> a. Alguien ha calificado este asunto como “la gran estafa”
> b. Otros han dicho que el Crack del 29, comparado con esto, es un juego de
> niñas en el patio de recreo de un convento de monjas
> c. Bastantes, quizá muchos, se han enriquecido con los bonus que han ido
> cobrando. Ahora, se quedarán sin empleo, pero tendrán el bonus guardado en
> algún lugar, quizá en un armario blindado, que es posible que sea donde esté
> más seguro y protegido de otras innovaciones financieras que se le pueden
> ocurrir a alguien.
> d. Las autoridades financieras tienen una gran responsabilidad sobre lo que
> ha ocurrido. Las Normas de Basilea, teóricamente diseñadas para controlar el
> sistema, han estimulado la TITULIZACIÓN hasta extremos capaces de oscurecer
> y complicar enormemente los mercados a los que se pretendía proteger.
> e. Los Consejos de Administración de las entidades financieras involucradas
> en este gran fiasco tienen una gran responsabilidad, porque no se han
> enterado de nada. Y ahí incluyo el Consejo de Administración de la Caja de
> Ahorros de San Quirico.
> f. Algunas agencias de rating han sido incompetentes o no independientes
> respecto a sus clientes, lo cual es muy serio
>
> 18. Fin de la historia (por ahora): los principales Bancos Centrales (el
> Banco Central Europeo, la Reserva Federal norteamericana) han ido inyectando
> liquidez monetaria para que los Bancos puedan tener dinero.
>
> 19. Hay expertos que dicen que sí que hay dinero, pero que lo que no hay es
> confianza. O sea, que la crisis de liquidez es una auténtica crisis de no
> fiarse del prójimo.
>
> 20. Mientras tanto, los FONDOS SOBERANOS, o sea, los Fondos de inversión
> creados por Estados con recursos procedentes del superávit en sus cuentas,
> (procedentes principalmente del petróleo y del gas) como los Fondos de los
> Emiratos árabes, países asiáticos, Rusia, etc., están comprando
> participaciones importantes en Bancos americanos para sacarles del atasco en
> que se han metido.

Felipe Lau Tung.

Anónimo dijo...

El comunismo tuvo su crisis como modelo de Estado y el capitalismo ha tenido una nueva crisis como modelo económico. Al mercado libre no se le puede dejar que sea tan libre y encima globalizado.